sábado, 15 de marzo de 2014

Viaje a Roma


                                                                  Escrituras: Hechos 27 y 28

Objetos:

1.   Mostrar como Pablo confiaba en Dios aún en el más grande de los peligros.

2.   Mostrar que Dios tiene sus razones por todo lo que sucede pero que no siempre sabemos esas razones. Muchas veces no podemos entender el porqué de las cosas que suceden, pero siempre debemos confiar en él y tener fe en su protección si le amamos y le obedecemos.

La historia:

      Usted recuerda en nuestra lección anterior como Dios le dijo a Pablo que tendría que ir a cierta ciudad a hablar acerca de Jesús (Hch. 23:11). ¿Recuerda usted la ciudad a la que tenía que ir Pablo? Bueno, la ciudad a la que tenía que ir era Roma. Roma se encontraba a una gran distancia y Pablo tenía que ir por barco hasta ahí.

      Pero algo terrible sucedió mientras Pablo viajaba en el barco. Una tormenta muy fuerte acaeció sobre ellos. Por muchos días la tormenta continuó y parecía que se enfurecía más y más. Pronto todos se sintieron temerosos por sus vidas. Para aligerar el peso de la nave, arrojaron muchas de las coasa que llevaban al mar. Aligerando el peso de la nave, evitaba que se hundiera, Pero la tormenta no amainaba y los hombres perdieron toda esperanza de salir con bien de ella. Sin embargo, un ángel de Dios había venido a Pablo diciéndole que todos se salvarán de la tormenta. El ángel le dijo que nadie moriría porque Dios había planeado que Pablo apareciera ante Cesar en Roma (Hch. 27:24).
Por fin, después de muchos días y noches tan llenos de angustia, los marineros, sospechando que la nave se hundiría, decidieron huiir, pensando que tierra estaba cerca y podrían nadar hasta ponerse a salvo. Pero los soldados y el centurión no permitieron la huída y, poco después aún cuando la tormenta continuaba y el barco estaba casi destruído, logararon llegar a tierra salvos.

            ¿No es esto maravilloso? ¿Supone usted que se hubieran salvado si Dios no les hubiera ayudado? Probablemente no. Dios tenía sus razones por haber permitido que todo esto sucediera. Sabemos que Dios deseaba que Pablo fuera a Roma, y si Pablo hubiese perecido en el naufragio, hubiera sido imposible llegar a Roma. Otras razones deben haver sido por lo que sucedió después en la isla a donde desembarcaron.
Pablo y todos los que estaban en el barco nadaron hasta la playa donde los nativos les recibieron con un fuego pues hjacía mucho frío. Mientras Pablo ayudaba a conservar el fuego añadiendo unas ramas secas, una víbora que huía de calor le moridó la mano. Al ver esto los nativos pensaron que Pablo era un homicida que había escapado de la justicia, pero cuando Pablo sacudió la víbora y no le sucedió nada, creyeron que era un dios. También durante su estancia, el hombre principal de la isla que les había recibido tan amigablemente, tenía a su padre muy enfermo, y. después de orar, Pablo le sanó. Hecho esto, otros que también estaban enfermos vinieron para que Pablo les sanara. Pablo le dió la gloria a Dios por todas las personas que hjabían sido sanadas. La gente de la isla agradecida, los proveyeron con todo lo necesario para proseguir el viaje a Roma. Y tres meses después Pablo y los otros que habían naufragado con él lograron hacerse a la mar en otra nave y se dirigieron a Roma.

      Mientras se encontraba en Roma, Pablo estuvo en prisión por dos años. Pero todo el tiempo que permaneció como prisionero predicó el evangelio de Cristo, diciéndoles a la gentes como podían ser salvos, y como vivir para agradar a Dios.
      Pablo era un gran hombre. Erqa grande porque amaba a Dios. Era grande porque amaba a Jesús quien había muerto por nuestros pecados. Era un gran hombre porque había dedicado el resto de su vida a decirles a otros acerca de Jesús, y porque no perdía la oportunidad de predicar el evangelio.

      Nosotros también podemos ser como Pablo. Debemos seguir el ejemplo de Pablo. O sea amar a Dios y a Jesús más que a nada o nadie. Debemos obedecer a Dios y esparcir la palabra de Jesús, nuestro Salvador. Y sin importar las penas y sufrimientos que podamos tenar, debemos continuar obedeciéndole. De este modo es como mostramos nuestro amor hacia él.

Preguntas:

1.   ¿A qué ciudad de que país trataba Pablo de ir?


2.   ¿Como iba a hacer el viaje?


3.   ¿Qué sucedió cuando se encontraban en la nave en el mar?


4.   ¿Naufragó el barco?


5.   ¿Quienes se salvaron del naufragio?


6.   ¿Qué le sucedió a Pablo en la isla?


7.   Al ver la víbora colgando de la meno de Pablo, ¿Que fue lo que la gente pensó de el?


8.   ¿Por qué pensaron los nativos de la isla que Pablo era un dios?


9.   ¿Qué fue lo que Pablo hizo por la gente de la Isla?


10.      ¿Qué fue lo que la gente del lugar hizo por Pablo y los que viajaban con el?

11. ¿Pudo Pablo llegar a Roma?



12. ¿En qué forma vivió Pablo en Roma?


13. ¿Qué hizo Pablo durante su encarcelamiento?

Hechos 28:3:

"Entonces, habiendo recogido ________ algunas


______________, las echó al _______, y una


________, huyendo del ____________, se le


____________ en la __________."


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