sábado, 15 de marzo de 2014

Pablo y Silas en la cárcel



Escrituras: Hechos 16:16‑40

Objeto: 1. El enseñar que Pablo estaba contento de ser cristiano, aún cuando estuvo en la cárcel.
2. El enseñar que nosotros debemos de aprender a ser felices aunque tengamos que sufrir algunas veces porque decimos que somos cristianos.
1

Oración:

Querido Padre Celestial, ayúdanos a no quejarnos cuando las cosas no nos salen como nosotros queremos, pero ayúdanos a tener fe en ti, y a siempre estar conforme con nuestra suerte. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.


La historia:

Una vez, cuando los apóstoles tuvieron miedo, Jesucristo les dijo que no debían de tener miedo y que tuvieran ánimo.

      Nosotros no siempre estamos contentos, pues a veces nos sentimos  tristes, ¿verdad, niños? Hoy vamos a aprender acerca de Pablo y Silas cuando  una vez se encontraron en una situación muy difícil, y habrían tenido razón para estar tristes, pero a pesar de todo, ellos estaban felices.

      Cuando Pablo estuvo en Filipos, visitando a Lidia, unos señores se enojaron con él. Le pegaron a Pablo y a Silas y los pusieron en la cárcel.  ¿Saben lo que es una cárcel?  La cárcel era un lugar muy feo y a los pobres de Pablo y Silas los pusieron en el sótano, que era el rincón más obscuro de la cárcel, y los amarraron con cadenas.

            Además los encadenaron a unos troncos de madera y no podían moverse para nada, mucho menos escaparse. Los sentaron en el suelo con las pieran bien estiradas y así les amarraron los pies, tan apretados que no podían ni moverse, y debe de haberles dolido todo el cuerpo por estar en esa posición. El tener que sufrir esto era una cosa horrible. ¿Qué creen Uds. que hicieron Pablo y Silas? Nosotros en esa situación habríamos llorado, y gritado y nos habríamos quejado bastante. Pero ellos

no dijeron nada. Al contrario, le oraron a Dios y cantaron. Sí, así como ven, le cantaron a Dios. ¿No creen esto es maravilloso?

      Y ¿saben Uds. que Dios oyó las canciones de los apóstoles? Y de repente vino un temblor de tierra, que abrió las puertas de la cárcel, y todos los prisioneros se desataron por milagro. Los troncos que tenían Pablo y Silas a los que estaban encadenados sus pies se desataron y estuvieron libres de nuevo.

      El guardia que estaba cuidando a Pablo y a los otros prisioneros, tenía miedo de que los prisioneros se fueron a escapar. Estaba tan preocupado por esto, que sacó su espada y se  iba a matar porque él sabía que los iban a castigar muy duramente por haber dejado que se escaparan los prisioneros. Pero entonces Pablo le dijo al guardia que todos los prisioneros estaban todavía adentro de la cárcel. Entonces el guardia, de agradecimiento, sacó a Pablo y a Silas del sótano, que era una parte de la cárcel, y les preguntó qué tenía que hacer para ser salvo. Pablo y Silas le hablaron acerca de nuestro Señor Jesucristo, y el guardia quiso ser cristiano también, porque vio que Pablo estaba tan feliz porque era cristiano. El guardia se bautizó esa misma noche y estaba muy contento porque había obedecido a Dios.


Aplicación:

      Nosotros debíamos de siempre estar contentos también.

      Dios quiere que estamos alegres todo el tiempo, y no de mal humor. A veces hacemos planes para hacer algo, y no nos salen tal como nosotros lo queremos, pero no por eso debemos de ponernos de mal humor; a pesar de todo, debemos de tratar de estar contentos.

            Debemos de siempre recordar, que la única razón que tenemos para existir en este mundo, es para adorar, respetar y obedecer a nuestro Dios y sus mandamientos. Quiere decir que tenemos que obedecer a Dios todos los días en todo lo que hacemos en todo lugar. Tengamos presente que siempre alguien nos está mirando, que debemos de portarnos como cristianos en toda ocasión.

      Para complacer a Dios, tenemos que siempre dar el buen ejemplo. Si nosotros siempre lo hacemos así, nos vemos contentos y felices, todo mundo se dará cuenta de lo bueno que es el ser cristiano, y ellos también querrán obedecer a Jesucristo.



Versículo de memoria:

".... pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
--Filipenses 4:11

Preguntas:

1.   ¿Qué pasó a Pablo y a Silas, en Filipos?

2.   ¿A qué los ataron en la cárcel?

3.   ¿Era la cárcel un lugar bueno?

4.   ¿Qué hicieron Pablo y Silas?

5.   ¿Qué hizo Dios para ayudarlos?

6.   ¿Cuántos prisioneros se escaparon?

7.   ¿Qué hizo la guardia después de que Pablo y Silas le hablaron acerca de Jesucristo?

8.   ¿Qué podemos nosotros hacer cuando tenemos dificultades?

Ejercicio:

      Trace una línea debajo de los nombres propios de estas personas que aparecen en la historia de hoy:

Pablo                           Lidia                            Silas




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