LECCIÓN 8
EL ESTABLECIMIENTO DE LA IGLESIA
"Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el
Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor,
la cual él ganó por su propia sangre" (Hechos 20.28). De este pasaje de las Escrituras aprendemos que la
iglesia fue comprada con la sangre de Cristo. Por este mismo motivo la iglesia
es la institución más importante que existe en el mundo. En esta lección
estudiaremos cómo se estableció la iglesia que fue comprada por Cristo.
"Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es
cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como
la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos
en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y
se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el
lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una
iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuese santa y sin mancha" (Efesios 5.23-27).
De esta comparación, escrita por Pablo aprendemos que la iglesia es el cuerpo
de Cristo, el cual iba a ser salvado por Cristo. Esto no significa que el poder
de salvar sea inherente a la iglesia, sino más bien que en el divino arreglo de
cosas, sólo aquellos que son parte de la iglesia comprada con sangre tienen la
promesa de la salvación eterna. Existen únicamente dos estados posibles: (1)
dentro de la iglesia y (2) dentro del mundo. Los que están dentro del mundo
sólo tienen promesa de ser desterrados de la presencia de Dios, debido al hecho
que permanecen aún en sus pecados, no habiendo obedecido jamás al evangelio. 2
Tesalonicenses 1. 7-9, dice: "
Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama
de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna
perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder". Es, por lo
tanto, de extrema importancia el obtener un conocimiento adecuado de lo que es
la iglesia, y de su función en el mundo para todos aquellos que desean servir a
Dios en forma correcta. Jesús murió a fin de limpiar la iglesia, para
santificarla y para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin
mancha y sin arruga, santa y aceptable a Dios.
En lo relativo al establecimiento de la iglesia el estudiante
recordará que durante los días de la cautividad en Babilonia, el profeta Daniel
anunció que se levantarían cuatro reinos mundiales. El último de estos cuatro
reinos sería el romano. Daniel dijo: "Y
en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será
jamás destruido, ni será el reno dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá
a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre" (Daniel 2.44). De esta profecía
aprendernos que este reino sería establecido durante los días del Imperio
romano. Por lo tanto, podemos estar persuadidos que la iglesia fue establecida
en alguna fecha durante el primer siglo de la Era Cristiana. Jesús cumplió las
profecías del Antiguo Testamento y, de acuerdo con esta profecía de Daniel,
fundó un reino que jamás sería destruido.
En cierta ocasión Jesús preguntó a sus discípulos: "¿Quién dicen
los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista;
otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dijo: Y
vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado
eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló came ni sangre, sino mi Padre
que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta
roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la
tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será
desatado en los cielos" (Mateo
16.13-19). Pongamos atención en particular a la afirmación que hizo Jesús en el
versículo 18: "Edificaré
mi iglesia". En
Marcos 9.1 Jesús dijo: "De
cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte
hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder".
La iglesia, el reino del cielo, el reino de los cielos, y el reino
de Dios, son lo mismo. En Marcos 1. 15, Jesús dijo: "El tiempo se
ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio". Un
versículo similar de la Escritura, dice: "En
aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y
diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado" (Mateo 3:1,2). Se ve claramente que
tanto Jesús como Juan el Bautista se referían a la misma institución divina.
Jesús se refería a este reino que venía como el "reino de
Dios", mientras que Juan usó el término de "reino de los
cielos". Así pues,
la expresión "reino
de los cielos" es un
sinónimo de"reino de Dios".
Otro paralelismo interesante que demuestra la misma verdad, puede
encontrarse en Mateo 13.11 y Lucas 8.10. En ambos pasajes, los autores del
evangelio repiten la famosa parábola del sembrador. El primer pasaje se refiere
al "reino de los
cielos", mientras
que en el último de ellos se le llama el "reino
de Dios". Además, la
palabra "iglesia" resulta sinónimo de los términos: "reino de los
cielos" y "reino de Dios". En Mateo 16.18 y 19, el Señor dijo: "Y yo también te digo, que
tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los
cielos". En
conclusión, el Nuevo Testamento nos enseña: (1) que la iglesia, reino de los
cielos y reino de Dios, son todos la misma institución divina; y (2) que esta
institución debería venir con poder (Marcos 9.1).
Cuando fijemos el tiempo en que el poder vino, entonces podremos
saber el tiempo del establecimiento de la iglesia. Después de la muerte de
Cristo en la cruz del Calvario, su entierro y su resurrección de la tumba, él
se apareció a los discípulos y les dijo: "He
aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros
en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo
alto" (Lucas 24.49).
Esto nos da la información adicional de que un poder iba a descender en la
ciudad de Jerusalén. Poco antes de su ascensión al cielo, Jesús se apareció en
otra ocasión a los apóstoles, y les dijo: "
... pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,
y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último
de la tierra" (Hechos
1.8). Este poder prometido se llama a veces "Espíritu
de Verdad", mientras
que aquí se le llama"Espíritu Santo". Cuando podemos precisar la fecha en
que Jesús cumplió la promesa que había hecho a sus apóstoles, estamos en
posición de determinar cuándo fue enviado el poder, y por lo tanto, cuándo fue
establecida la Iglesia. En Hechos 2.1-4, Lucas (un médico que es autor del
libro de los Hechos, así como del Evangelio de Lucas), escribió lo siguiente: "Cuando llegó el día de
Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un
estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde
estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego,
asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo,
y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que
hablasen". Por estas
referencias podemos ver claramente que el Nuevo Testamento simplemente enseña
que la iglesia fue establecida en el primer domingo de Pentecostés después de
la resurrección de Cristo aproximadamente en el año 33 de nuestra era.
Un dato que debe interesar al estudiante de la Biblia es saber que
la iglesia es a veces llamada "cuerpo
de Cristo". En
Efesios 1.22,23, Pablo escribió: "
... y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas
las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo
llena en todo". En
Colosenses 1.18, dice Pablo lo siguiente: "Y
él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia".
Estar dentro de la iglesia es estar en Cristo, o en el cuerpo de
Cristo. En Efesios 1.3 leemos: "Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo". Debemos notar que todas las
bendiciones espirituales se encuentran en Cristo (en la iglesia). Por lo tanto,
si todas las bendiciones espirituales están en Cristo, no podrán ser encontradas
jamás en el mundo. Esta verdad única debe ayudamos a apreciar cada vez más y a
amar también más y más, al cuerpo de Cristo, que es la iglesia.
PRUEBA DE LA LECCIÓN 8
Pregunta Número:
1. La iglesia fue comprada con la sangre de Cristo. ¿Sí? ¿No?
2. El profeta Daniel había predicho que la iglesia sería
establecida durante los día de el reino de los persas. ¿Sí? ¿No?
3. La expresión "reino de Dios" es sinónimo de
"reino de los cielos". ¿Sí? ¿No?
4. En Mateo 3.2, Juan el Bautista dice, "Arrepentíos, porque el
reino de los cielos se ha acercado".¿Sí? ¿No?
5. ¿Dónde dice Jesús que el reino de Dios vendrá con poder?
¿Apocalipsis 23.1? ¿Marcos 9.1? ¿Romanos 16.16?
6. ¿Este poder prometido vino en qué día?
7. ¿Dice Hechos 8.12: "Pero
cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, se bautizaban ninguno"? ¿Sí? ¿No?
8. ¿Dice Gálatas 3.27, "porque
todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos"? ¿Sí? ¿No?
9. En Colosenses 1.18, Pablo dijo, "Y él es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia". ¿De quién está hablando a
Pablo?
10. Efesios
1.3 dice, "Bendito sea
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición
espiritual en los lugares celestiales en Cristo". ¿Cree usted que hay otras
fuentes disponibles para recibir bendiciones espirituales? ¿Sí? ¿No?
11. ¿Dice Hebreos 12.28, 29: "Así
que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante
ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque nuestro Dios es
fuego consumidor"? ¿Sí?
¿No?
12. ¿Dice 1 Corintios 15.24: "Luego
el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo
dominio, toda autoridad y potencia"? ¿Sí?
¿No?
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