sábado, 15 de marzo de 2014

Curación De Eneas Y De Como Tabita Resucita


Escrituras:  Hechos 9:32-34; 36-43

Propósito:  1.  Mostrar que somos salvos por el evangelio de Cristo, para que podamos servir en algo. 2.  Mostrar que obras pequeñas hechas con amor agradan a Dios.

Antecedentes:

Jope es un puerto como a 40 km. al noroeste de Jerusalén, en el Mar Mediterráneo.  Lida se encuentra como a 15 km. en el interior al este de Jope.  Ambos se encontraban en las tierras planas de Sarón, que era una región muy fértil, por tanto dedicada a la agricultura.

Hechos Bíblicos:

Pedro servía a Dios en forma prodigiosa.  Su casa se encontraba en Jerusalén.  Pero cuando predicaba el evangelio, iba a otros lugares y siempre se encontraba muy ocupado.  Mientras viajaba por los alrededores, a través de las diferentes iglesias, llegó en una ocasión a visitar a los santos de Lida (Hch. 9:32).  Ahí se encontró con un hombre que estaba paralizado y que había permanecido en la cama desde hacía ocho años (Hch. 9:33).

Dios le había dado a Pedro, al resto de los apóstoles y a algunos otros cristianos el poder especial del Espíritu Santo para sanar al enfermo (I Co. 12:28-30).  Solamente un apóstol podía pasar el poder de sanar a otra persona (Hch. 8:14-18).  Por tanto Pedro le dijo al paralítico cuyo nombre era Eneas:  “...Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama ...” (Hch. 9:34).  Y en seguida sanó completamente.

Pedro siempre acreditaba a Cristo por el milagro de curar (Hch. 9:34; 3:12-16).  La razón por la que Cristo efectuaba milagros tan grandiosos se muestra en lo que sucedió a la ciudad de Lida.

La Biblia nos dice que toda la gente que habitaba en Lida y vieron como el hombre había sido curado, creyeron en Jesucristo y se convirtieron a él (Hch. 9:35).

            Toda la gente comprendió que si Jesús podía sanar el cuerpo de un hombre, así también podría sanar su alma (Mt. 11:28-30).

Al mismo tiempo que Pedro se encontraba en Lida, una mujer, fiel cristiana, llamada Tabita, que significa Dorcas, se enfermó y murió.  Tabita vivía en Jope (Hch. 9:36-37).  Tabita era muy querida por todos.  En vida, había hecho túnicas y vestidos para gentes necesitadas (Hch. 9:39).

Utilizaba sus manos, una aguja e hilo para servir al Señor.  Una aguja e hilo son objetos muy pequeños, pero el uso corrector de ellos siempre muestra nuestro amor (I Jn. 3:17-18; Stg. 2:14-17; I Co. 13:1-8).

Los santos sabían que Pedro se encontraba en Lida o sea como a 15 kms. de Jope.  Entonces enviaron a dos hombres para rogarle que viniera (Hch. 9:38).  Y Pedro fué con ellos.  Cuando Pedro llegó al lugar donde Tabita se encontraba, de inmediato se dió cuenta de lo querida que Tabita era.  Hizo que todos se salieran y luego poniéndose de rodillas, oró.  Después, volviéndose al cuerpo le dijo:  “...Tabita, levántate...”  Tabita abrió los ojos y se incorporó (Hch. 9:39-40).  Dios le había dado vida de nuevo.  Ahora podría continuar con sus buenas obras por Cristo.

¿Se imaginan ustedes la alegría tan inmensa que todos sintieron al verla viva de nuevo?  En cierto modo, estos milagros nos muestran más o menos lo que será el día de la resurrección cuando todos se levantarán de entre los muertos (Jn. 5:28-29; I Ts. 4:13-18; I Co. 15:51-58).

Una vez más, no es extraño el que mucha gente creyera en el Señor después de ver tales acontecimientos (Hch. 9:42).

Pedro vino a:  “Gozaos con los que se gozan...” y a “...llorad con los que lloran” (Ro. 12:9-15).




Ilustración:

Un día Josefina le pregunto a su mamá:  “¿En dónde fue que oíste acerca de Jesucristo por primera vez?”  Su mamá le contestó:  “Oh, hace mucho tiempo, un día que iba yo a la escuela, mi vestido se atoró en un arbusto que tenía muchas espinas.  Al tratar de zafarlo, mi vestido se desgarró.  Se veía muy mal y no pude seguir a la escuela, tampoco podía regresar a cambiarme pues era mi único vestido.  Así que muy triste decidí regresar a la casa.

Pero una de mis amigas que iba conmigo, me dijo:  “Por qué no vamos a casa de Tomasita.  Su casa está muy cerca, y es muy buena y muy amable.  Ella me enseña la Biblia los domingos.  Y se que nos ayudará.”  Tal y como mi amiga había dicho, Tomasita nos ayudó y remendó mi vestido.  Era una mujer tan buena y siempre de buen humor que muy a menudo pasaba yo a saludarla y a platicar con ella.  Durante estas visitas, Tomasita me platicaba acerca de Jesús y también me enseñó a coser ropa y vestidos como los que te he hecho.”  Como ves, Josefina, con la ayuda de una aguja y un hilo, aprendí acerca de Jesús.

Aplicación:

¿Por qué Dios, con toda su sabiduría, no nos dió el poder de realizar milagros en la actualidad?  Porque Dios sabe que el verdadero poder es el de enseñar a la gente acerca de Cristo, y este poder no se encuentra en milagros.

Tabita no podía hacer milagros.  Sin embargo, en su vida vemos las buenas obras que realizó, el verdadero poder de convertir otras vidas.  Tabita es uno de los ejemplos del plan de Dios para nuestras vidas (Gá. 6:10; Stg. 1:27; Stg. 4:17; I Jn. 3:17-18; Lc. 16:10-12).

Verso para memorizar:

“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
-- I Jn. 3:18

Puntos para meditar:

·        ¿Quiénes son los santos?  La Biblia nos enseña que todos los discípulos de la voluntad de Dios se les llama santos.  (Sal. 37:28; Mt. 27:52; Hch. 9:13; 26;10; Ro. 1:7; 8:27; 15:25; I Co. 14:33; 16:15; Fil. 1:1; 4:21; Col. 1:2; Jud. 3; Ap. 5:8; 19:8)

·        La palabra santa se utiliza en el Nuevo Testamento 60 veces.  La palabra santa significa bendito, o sea una persona diferente.  Es salvo para servir al Señor Jesucristo (Ef. 4:12).

Preguntas:

1.      ¿A quién visitaba Pedro en Lida?  Hch. 9:32

2.      ¿Qué tenía Eneas?  Hch. 9:33

3.      ¿Quién dijo Pedro que había curado a Eneas?  Hch. 9:34

4.      ¿Cuántas gentes en Lida se convirtieron al Señor?  Hch. 9:35

5.      ¿Qué significa Tabita?  Hch. 9:36

6.      ¿Por qué era tan querida por todos?  Hch. 9:36-39

7.      ¿Qué hizo Pedro después de haber hecho que todos se salieran de la sala donde se encontraba Tabita?  Hch. 9:40-41

8.      ¿Por qué razón Pedro se arrodilló y oró primero que nada?  Fil. 4:4-7

9.      Un cristiano, después de haber sido sepultado con Cristo en el bautismo, se levanta ¿para llevar cualquier clase de vida?  Ro. 6:1-8




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