viernes, 10 de enero de 2014

EL MATRIMONIO: ¿POR QUÉ ESTUDIARLO?


TODAS LAS ESCRITURAS SON DE LA RV1960, SALVO SE INDIQUE LO CONTRARIO

INTRODUCCIÓN

 El matrimonio como Dios lo quiere es el fundamento moral de la sociedad. Los matrimonios edificados sobre la Palabra de Dios construirán naciones y congregaciones fuertes de la iglesia del Señor.
Destruir el matrimonio, no llevarlo como Dios lo ha indicado en su Palabra, hará naciones y congregaciones débiles. En este estudio veremos tres razones del por qué estudiar el matrimonio.
(1) Debido a la importancia que Dios le da en la Biblia. (2) Debido a la poca importancia que le da el mundo actualmente. (3) Debido a la perversión que le da el mundo.
 Debido a la importancia que Dios le da en la Biblia
 El matrimonio es ordenado por Dios (Génesis 2:18-24). El matrimonio no procede del hombre sino de Dios. ¿Cuán importante es el matrimonio? “Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4). La Biblia honra al matrimonio. El matrimonio se usa para ilustrar la relación de Cristo y su iglesia.
 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella. para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido (Efesios 5:22-33).
 Seguir la ley de Dios respecto al matrimonio es obtener el favor de Dios. “El que halla esposa halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová” (Proverbios 18:22). La importancia del matrimonio se ve en su propósito. (1) Compañía (Génesis 2:18); (2) Necesidades físicas,
 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo,
(3) Procreación, “Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:28);
(4) Enseñar a los hijos, “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
Como saetas en mano del valiente, así son los hijos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; No será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta” (Salmo 127:3-5).
 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino y al acostarte y cuanto te levantes (Deuteronomio 6:4-7).
 “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6:4).
 Debido a la poca importancia que le da el mundo. El mundo no ve necesario el casarse. El mundo no ve la importancia del matrimonio. Más y más parejas prefieren simplemente vivir juntos y cada vez más mujeres están teniendo hijos fuera del matrimonio. La fornicación aumenta sin parar. La norma para la mujer es tener tres o cuatro hijos todos de diferentes padres y para el hombre tener tres o cuatro hijos todos de diferentes madres. ¿Qué dice la Biblia acerca de la fornicación?
 Las viandas para el vientre y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo. Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación.
Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios (1 Corintios 6:13-20).
 “Pero fornicación y toda inmundicia o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos” (Efesios 5:3).




 “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto; como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:3-7).
“Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron y cayeron en un día veintitrés mil” (1 Corintios 10:8). La fornicación es una obra de la carne (Gálatas 5:19). El mundo no ve la necesidad de permanecer casados. No es raro para la gente casarse dos o más veces. La mujer del pozo es típica de la gente de hoy. “Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido y ven acá. Respondió la mujer y dijo:
No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido; esto hasdicho con verdad” (Juan 4:16-18). La gente ahora se divorcia por cualquier razón y sin motivo ¿Qué dice la Biblia del divorcio? ¡Qué Dios lo odia!
Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera y la mujer de tu pacto. ¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud. Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu y no seáis desleales (Mateo 2:14-16).
 Dios ha dado solo una razón para ello.
 “Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera” (Mateo 19:9). La Biblia enseña que el matrimonio es para toda la vida. El apóstol Pablo usa este punto como argumento de la ley del Antiguo Testamento.
 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive? Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios (Romanos 7:1-4).
 “Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre” (Marcos 10:6-9).
 Debido a la perversión que le da el mundo .  El mundo quiere matrimonios “del mismo sexo” Esta no es la manera en que Dios define el matrimonio. Dios define el matrimonio como un hombre y una mujer no dos hombres o dos mujeres.
 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; más para Adán no se halló ayuda idónea para él. Entonces Jehová
Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne (Génesis 2:18-24).
 Esta ha sido llamada la ley de Dios del matrimonio desde el inicio del tiempo. Su ley es: un hombre y una mujer para toda la vida, con solamente una excepción de la regla.
 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo:
Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera (Mateo 19:3-9)


  El mundo ha pervertido la ley de Dios sobre el matrimonio por medio de la homosexualidad, adulterio y la poligamia. Dios lo dijo con bastante claridad, “No te echarás con varón como con mujer; es abominación” (Levítico 18:22). El Nuevo Testamento de la misma manera condena tal actividad.
 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican (Romanos 1:18-32).

Juan condenó a Herodes por su matrimonio adúltero. “Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano” (Marcos 6:17-18). Job pensaba que el adulterio era un crimen horrible. “Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, muela para otro mi mujer, y sobre ella otros se encorven. Porque es maldad e iniquidad que han de castigar los jueces. Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón, yrepudiar a su mujer por cualquier causa? El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera (Mateo 19:3-9)
  El mundo ha pervertido la ley de Dios sobre el matrimonio por medio de la homosexualidad, adulterio y la poligamia. Dios lo dijo con bastante claridad, “No te echarás con varón como con mujer; es abominación” (Levítico 18:22). El Nuevo Testamento de la misma manera condena tal actividad.
 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican (Romanos 1:18-32).

Juan condenó a Herodes por su matrimonio adúltero. “Porque el mismo Herodes había enviado y prendido a Juan y le había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de
Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano” (Marcos 6:17-18). Job pensaba que el adulterio era un crimen horrible. “Si fue mi corazón engañado acerca de mujer, y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo, muela para otro mi mujer, y sobre ella otros se encorven. Porque es maldad e iniquidad que han de castigar los jueces. Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón, y consumiría toda mi hacienda” (Job 31:9-12). No solo el mundo ha pervertido la ley del matrimonio con la homosexualidad, adulterio y poligamia, sino también por medio de no cumplir con los roles en el matrimonio o por mezclarlos. Dios ha dado los roles en el matrimonio.
 En primer lugar consideremos el papel del hombre. Es la cabeza del hogar. “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo y él es su
Salvador” (Efesios 5:23). Ser cabeza significa que está en la posición de liderazgo (Génesis 18:19; Josué 24:15). Significa que es el proveedor.
“Porque si alguno no provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8).
 Enseguida consideraremos el papel de la mujer. Ella es ayudadora. “Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él” (Génesis 2:18). Debemos tener en mente que la mujer fue hecha para el hombre no al revés. “Porque el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón, y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón“ (1 Corintios 11:8-9).
Ella debe estar sujeta a su esposo. “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor” (Colosenses 3:18).
 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos;(A) para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza (1 Pedro 3:1-6)
 “Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a su maridos y a su hijos, a ser prudentes, castas y cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:4-5).

Conclusión

 Nunca olvidemos que hay tres personas que participan en el matrimonio: el hombre, la mujer ¡y Dios! Si queremos que Dios bendiga nuestro matrimonio entonces sigamos su Palabra respecto al matrimonio. No hagamos lo que nos parezca bien (Jueces 21:25) sino hagamos lo que es correcto a los ojos de Dios (1 Juan 3:22).

PREGUNTAS

1. ¿El matrimonio vino de Dios o del hombre?

2. ¿En dónde se encuentra en la Biblia la primera referencia al matrimonio?

3. ¿Cuál es el propósito del matrimonio?

4. ¿Diga al menos tres razones por la que deberíamos estudiar el matrimonio?

5. ¿Cuál es la única razón autorizada por Dios para el divorcio y segundas nupcias?

6. ¿Cómo ha pervertido el mundo el matrimonio?

7. ¿Cuál es el papel del esposo?

8. ¿Cuál es el papel de la esposa?

9. ¿Quiénes son las tres personas que participan en el matrimonio?

10. ¿Está la iglesia de Cristo casada con Cristo?

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